No, no existe un consumo mínimo responsable

No, no existe un consumo mínimo responsable

13 abril, 2025 Adicciones Consejos Depresión Dolor Psicología Psicología On Line Relaciones 3

Sigue asombrándome, que no sorprendiéndome, la poca o nula importancia que se le da al consumo de cannabis. También me llama mucho la atención la manera que tienen las personitas que consumen, o los que están a su alrededor, de justificar ese consumo. Unos por los “supuestos beneficios” que tiene, y los otros por un vano intento de “normalizar” el consumo de las personas que tienen a su lado.

Esta semana anterior publicaba el Plan Nacional sobre Drogas los análisis de las aguas residuales, y el cannabis sigue a la cabeza del consumo de sustancias. Me llamaba la atención, no por el cannabis, que sí que es habitual encontrarlo en las “primeras posiciones”, sino el auge que están teniendo otras sustancias: cannabinoides sintéticos, drogas típicas de chemsex, catinonas… y en un enfermizo 7 puesto, una droga disociativa como es la ketamina.

Parece que sean todo recreativo y, como tal, no tenga un peligro real, como el alcohol el fin de semana, pero sigue siendo un auténtico peligro y hace, en algunos casos, estragos en la vida diaria de las personas.

El consumo de cannabis, por ejemplo, parece inofensivo. La justificación es “me relaja y me divierte”, “hace que me divierta y me lo pase bien con las risas”, “me ayuda a dormir”… Esa teoría del dormir me gusta mucho… Quizá duermas, pero… descansar, ¿descansas?

Nadie advierte de las consecuencias del consumo de cannabis: falta de concentración y atención, dispersión mental, inactividad y falta de iniciativa, aumento de la agresividad, aumento del apetito, a niveles de voracidad en muchos casos…

El consumo de cocaína, por ejemplo, también parece recreativo e inofensivo si sólo se practica los fines de semana o en fiestas “de guardar”. La justificación es “me activa, me hace divertirme”, “me hace aguantar la fiesta”, “hace que los problemas se vean lejanos”, “me desconecta del mundo”… Quizá te desconecte, pero… la reconexión tiene su precio.

Nadie advierte de la dispersión mental, de la agresividad asociada, de la multitud de tareas iniciadas, de baja calidad, no acabadas, así como de conversaciones vacuas y verborreicas, la incapacidad de prestar atención, la hiperaceleración del organismo….

El consumo de drogas disociativas está ahora volviendo con un auge brutal, también con un trasfondo, aún si cabe más relacionado con él, informal y de diversión. La ketamina, los vegetales como nuevas drogas psicoactivas, la metoxetamina, el dextrometorfano, el 25I-NBOME (derivado de la feniletilamina, y usado como el LSD). Parece divertido, quizá disocies y veas colores más brillantes, la vida diferentes, el entorno más luminoso y diferente….

Nadie ha dicho qué ocurre en sistemas nerviosos ya “estresados” de por sí, la agresividad asociada, la “fritura” de neuronas, la motivación y las ganas de hacer cosas…

El consumo de sustancias no es un juego, no hay un consumo mínimo responsable. Todo consumo de sustancias psicoactivas tiene su riesgo, su consecuencia. Por favor, cuidemos la salud mental.

Por favor, consultad con los profesionales de la salud mental que están a vuestro alcance, ellos os podrán aconsejar mejor que nadie.

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3 comentarios

  1. Ana dice:

    Están tan normalizadas las drogas…y yo diría que la peor de todas es el alcohol que lo tenemos hasta en las mesas para comer. Me ha encantado el artículo, te hace pensar.

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