Cuando un resfriado nos deja en casa para ver películas de más de 40 años….
Esto es lo que me ocurrió este jueves pasado. Pude sentarme en el sofá y ver dos películas… diríamos de culto. Una de ellas, seguro, la otra no dejó de llamarme la atención.
La primera de ellas fue: Escalofrío en la noche (Play Misty for Me), de Clint Eastwood, como intérprete y como director. Donde podemos apreciar una faceta bastante romántica del actor y un TLP (trastorno límite de la personalidad) de manual, muy dramático, desorganizado, con intento de suicidio incluido y ansias asesinas llevadas a término. No obstante bien entramado y bien llevado.
La segunda de ellas fue: Vértigo, de Alfred Hitchcock. Ésta sí, de culto, donde el entramado psicológico, el trauma, la manipulación, el deseo, las parafilias y los guiños del director a toda una variedad psicológica, hacen de la película un autentico arte y un auténtico culto a la psicología.
Siempre me ha gustado poner como ejemplo películas cuando me han preguntado sobre determinados aspectos psicológicos, creo que es de fácil seguimiento.
El entramado que engarza Hitchcock es interesante, porque además del trastorno al que hace referencia su película, lo envuelve de simbología y diálogos referenciales a los estados y trastornos de los protagonistas…
Vagar por ahí lo hace uno solo. Dos, van forzosamente a alguna parte. (Kim Novak)
En Escalofrío en la noche, se refleja el pesar de Evelyn (posteriormente Annabel, haciendo referencia a Edgar Allan Poe), su inestabilidad, su manipulación lingüística, su chantaje, su suicidio, sus gritos de atención… todo explícito y bien acompasado.
En Vértigo, Hitchcock juega con el entorno, con los problemas psicológicos de ambos personajes, los edificios (torre como símbolo fálico, haciendo referencia a la impotencia del personaje, y la frase: “me guié por la torre”), los diálogos, las escenas simples, sin personajes (ropa tendida en la cocina), … El ejercicio mental es más necesario.
Son dos ejemplos que nos ayudan a entender un poco más la psicología de las personas, a comprender reacciones y acciones. Eso sí, si nos detenemos a mirar un poco más de lo que hacemos habitualmente.
Dos películas que recomiendo para pasar una tarde (de gripe o no), y para ahondar un poco más en la psicología del ser humano.